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Retos en la maternidad y paternidad

Hoy volvía hablando con un grupo de madres y padres del colegio de mis hijos y coincidíamos en una cosa: qué difícil es ver a nuestros hijos e hijas sufrir y no poder hacer nada. 

Bueno, en realidad sí podemos y debemos hacer… ¡pero lo primero que nos gustaría es quitarles esas piedras de su camino y que no sufran! Y no podemos quitarles esas piedras, porque las piedras son SU CAMINO.

¿Se entiende esto?

Aceptado que ellos y ellas han iniciado su viaje y que no podemos (ni debemos) ahorrárselo, y que tendrán sus vivencias, aprendizajes, etc. que han venido a eso… ¿qué podemos hacer nosotros como padres y madres para acompañarlos en cada etapa de su vida?

Algunas ideas que se me ocurren, que no tienen un orden necesariamente y que puedas coger para poner en práctica según gustes, desde el autoconocimiento y la flexibilidad:

1. Crear un espacio seguro, de confianza, nutritivo y sin juicio para que, cuando lleguen sus dificultades, que llegarán, puedan verbalizar y compartirnos qué les preocupa, qué les duele y qué necesitan. 

¿Qué implica este espacio seguro? Que no vamos a juzgarles, ni a hacer su historia nuestra (identificándonos de más) ni a minimizarla. Practicar la escucha profunda, escuchándolos para entender (su realidad, su vivencia, sus emociones…) y no para responder. Nosotros no tenemos una varita mágica solucionadora de problemas… pero sí podemos estar física y emocionalmente para ellos y ellas, resonando con los que nos cuenten y siendo sostén. 

2. Regalarles preguntas potentes: ¿cómo estás?, ¿qué ha pasado?, ¿cómo te sientes?, ¿qué necesitas?, ¿en qué te puedo ayudar?, ¿qué otras maneras habría de hacerlo?, ¿qué haría en esta situación tu amiguito/a X?

Si les fomentamos mediante preguntas reflexivas que lleguen ellos a sus propias conclusiones, les estamos dando confianza y empoderamiento (por supuesto a veces podemos aconsejar, pero es mucho más potente si son ellos los que llegan a sus conclusiones), es como si les dijésemos implícitamente: creo en ti, tú tienes las respuestas más valiosas para resolverlo. 

3. Hacer una lluvia de ideas desde el juego: los seres humanos necesitamos distancia para resolver nuestros conflictos, ya seamos adultos o niños. Podemos proponerles jugar de tal manera que relativicemos juntos. Podría ser algo así: ¿qué te parece si cogemos papel y boli (o yo voy apuntando si aún no sabe escribir bien), y vamos apuntando distintas formas de actuar en base a esto que me has contado?

En una lluvia de ideas no hay respuestas buenas ni malas, y aceptamos lo que se nos pasa por la mente sin juzgar. No significa que sea cosas que vayamos a hacer, estamos solo abriendo posibilidades desde el juego. 

¡Las ideas a priori más locas, o raras son por supuesto bienvenidas!

Algunas preguntas que pueden ayudar:

4. En esta situación que me cuentas, ¿qué haría tu amigo/a X?
5. ¿Qué otras opciones crees que hay aquí?
6. Si jugamos a ser una persona distinta, ¿qué opciones nuevas habría?
7. ¿Hay algo más que se te ocurra?

Y vamos apuntando todas las ideas que aparezcan. Posteriormente, podríamos invitar al niño o a la niña a coger esas ideas y a ver si ha salido alguna que le apetezca probar. 

4. Contarles alguna historia nuestra desde la vulnerabilidad que resuene con eso, nombrando cómo nos sentimos en su momento, qué necesitamos y en qué nos apoyamos para superarlo. 

5. Decirle frases sanadoras que nos gustaba o que nos hubiera gustado recibir de nuestra madre o padre: creo en ti, siempre voy a estar aquí para lo que necesites, eres valioso/a, gracias por compartir esto conmigo, me siento muy orgullosa/o de ti, te quiero tal y como eres, cree en ti, eres muy valiente al hablar de esto, gracias porque al escucharte aprendo contigo…

¿Se te ocurre algo más?

¡Espero que te sirvan!


Por Leïla Salamat - de Blignières 20 mar, 2024
Siento recordaros que, como seres humanos, nuestra energía es finita…sí, por mucho que a veces nos gustaría, no podemos estar a tope las 24 horas del día. Todos somos diferentes y tenemos necesidades variables, algunos necesitan dormir algo más que otros, algunos son matutinos y otros vespertinos, etc. En todo caso, el ser humano necesita alternar entre períodos de rendimiento y de descanso.
Por Laura González Ortiz de Zárate 16 feb, 2024
Uno de los retos a los que nos enfrentamos los seres humanos es el cambio. En las sesiones de Coaching nuestros clientes tienen un aprendizaje cognitivo, algo de lo que se dan cuenta y que, de alguna manera, quieren que cambiar. ¿Qué sucede? Que solo con el “darse cuenta” no es suficiente para que el cambio y la transformación se produzcan.
Por Leïla Salamat - de Blignières 18 ene, 2024
(Foto credit: Aleksandar Cvetanovic) En el diccionario de ellas Coach del mes pasado, justamente hablaba de la parada, como la acción de detenerse para no hacer nada, reflexionar, analizar, observar y poder volver a la acción con más consciencia…¡y también más energía! ¡Pero qué difícil es parar y paradójicamente, cuanto lo necesitamos! ¿Qué es lo que nos lo impide? Pensando en las semanas anteriores a las vacaciones navideñas, el mes de diciembre en boca de todos “este mes una locura” : los regalos de Papá Noel y de los Reyes, las comidas de navidad con los compañeros, amigos, la preparación de las cenas familiares, el cierre del año fiscal…y como madres, el disfraz para las funciones, las propias funciones y un largo etc. ¡¿No os pasa llegar tan acelerados a las vacaciones que cuesta trabajo decelerar y desconectar?! Y mientras estamos de supuesto descanso, por algún motivo inexplicable sobre-planificamos nuestros días off y/o ya estamos pensando en lo que nos espera a la vuelta . Incluso, nos llegamos a cuestionar el sentido de los descansos. Hace poco varios coachees me decían “si es para sufrir así a la vuelta… ¡no sé si me compensa coger vacaciones!” o “¡si pillas vacaciones, la pagas!” Legitimar la parada - tanto los breaks cortos durante el día (¡para comer decentemente entre otras cosas!), como los días de descanso que por ley están previstos y muy necesarios para recargar las pilas. ¿Para qué? aunque parezca contraintuitivo para algunas personas, los breaks nos permiten: dormir más y mejor, bajar el nivel de estrés y como consecuencia aumentar la productividad. ¡Un verdadero círculo virtuoso! ¿Estás gestionando bien tus descansos y tu energía? Si no estás segura, pregúntate: ¿Consigo dormir al menos 7 horas por la noche? ¿Consigo otorgarme pequeños breaks durante mi día laboral? ¿Consigo mantener cierta calma y templanza incluso en momentos de estrés? ¿Consigo desconectar completamente del trabajo por las noches y durante las vacaciones? ¿Consigo crear momentos de “Flow” , estando concentrado en una tarea (vs. multitasking)? El Flow es un concepto del cual hablamos con @Ana Morales en este artículo d e Vogue Business - ¿Consigo cuidarme además de cuidar a los demás ? Según Tony Schwarz , un gran periodista y autor del bestseller “The Power of Full Engagement: Managing Energy Not Time” , si respondes negativamente a 3 o más de estas preguntas, ¡deberías replantearte tu manera de gestionar tu energía! ¿Cómo sueles hacer para recargar las pilas? Tienes algunos trucos? ¡En una próxima entrada, compartiré algunas pistas para ayudarte en esta regulación de la energía !
Por Laura González Ortiz de Zárate 18 dic, 2023
La navidad debería ser un momento especial del año, un momento en el que recordar especialmente el AMOR, hacia los demás y hacia nosotros mismos. Si esto es así, ¿en qué momento perdemos esto de vista y empezamos a hacer las cosas en piloto automático "por compromiso"? Regalar tantos regalos porque lo dice mi tío segundo por parte de padre, sonreír cuando no estoy bien para que mi familia de origen esté contenta, comer ciertas cosas que sé que no me sientan bien o ver a ciertas personas a las que no quiero ver. Está claro que hay temas familiares que son delicados, que no podemos imponer nuestra manera de hacer o de pensar y, que muchas veces, nos toca "adaptarnos" a ciertas situaciones. Por supuesto. Pero mi reflexión hoy va un poco más allá. Si te viene a la mente la palabra "Navidad", y acto seguido te viene asociada la palabra " sacrificio " ... ¿dónde está entonces el amor a ti misma? ¿te estás cuidando? ¿te estás priorizando? Y si tienes pareja e hijos, ¿les estás priorizando realmente a ellos? Y ojo, que los niños lo que más necesitan es ver a sus padres contentos. No a un montón de gente y al hecho de conservar "a toda costa" las costumbres de siempre. Con esto no quiero decir que haya que irse a una isla desierta en Navidad para alejarse de todo (o sí, jejeje), lo que me gustaría es invitarte a reflexionar si estás dónde quieres estar con quien quieres estar. Si te sientes libre, auténtica, en coherencia con lo que piensas, dices y haces. Y sí, amigos, esto aplica a todo el año y también a navidad. Especialmente a Navidad. Si no, ¿qué farsa estamos viviendo?
Por Leïla Salamat -de Blignières 24 nov, 2023
Para entender en lo que consiste regular nuestras emociones, podemos imaginar una rueda, como las que usamos para subir o bajar el volumen de la música. El hecho de regular las emociones seria como darle más volumen, cuando tendemos a reprimir, callarlas y no “vivir” la emoción. O bajarle el volumen en las situaciones en las que las emociones suelen salir a gritos y de forma explosiva. El beneficio de la regulación emocional es que nos permite encontrar un punto medio entre la pasividad y la agresividad en la expresión de nuestras emociones.
Por Laura González Ortiz de Zárate 23 oct, 2023
Todos tenemos una mochila repleto de creencias que hemos ido adquiriendo a lo largo de nuestra vida. ¿Te animas a ponerlas a examen y re-plantearte cosas que dabas por supuestas?
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